IO SONNO IL CAPONE

Hola, amigos.
DEDICATORIA: a mi padre que ayer fue su santo, o eso dice él. Nos acordamos de él.
Muy buenas.
Aquí tienen a la pareja de moda con nuestro amigo Giorgio. Estuvimos cuatro días en Venecia y nos encantó. Estuvimos en un hotelito llamado Locanda Orseolo a dos minutos de San Marcos, muy cuco y modernito. Lo llevan tres hermanos muy simpáticos y el italiano se entiende perfectamente. Se puede ir andando a todas partes y nos recorrimos la ciudad de arriba a abajo porque tampoco es tan grande (tiene más habitantes Sanlúcar)
Es curioso ver que todo lo hacen en barcas y motoras, el reparto de cocacolas, el de los Donuts y hasta las hormigoneras. No es cierto que huela mal, o por lo menos no peor que San Telmo en Las Palmas o las escaleras que van de Conde Duque a Princesa en Madrid.
Como saben, somos asiduos de las novelas del comisario Brunetti, y un día, paseando por la Strada Nuova, nos topamos con Donna Leon, bajita, fea como un demonio y con cara de muy mala leche. Como para decirle nada, así que nos quedamos mirándola como dos bobos. Llevábamos quinientas guías pero las que más usamos fue la de Corto maltés, que una Navidad se la vimos a J.L: y nos quedamos con la copla.
Descubrimos el Spritz, combinación de vino blanco, soda y Campari o Aperol, mejor el Aperol (pronúnciese sprítsáperol) y por supuesto nos ventilamos unas cuantas copas de prosecco, el cava local. Hasta nos llevamos una botella a la góndola. Por cierto, en todas las guías dice que hay que regatear y el nuestro fue espectacular, casi pagamos más que la primera oferta del gondolero. Hay varias tarifas, dependiendo de si quieres música o cante. Al nuestro le dijimos que muchas gracias pero que ya cantábamos nosotros.
El sistema de cruce en los canales se aproxima mucho a la idiosincrasia española, porque cada vez que llegas a una esquina, el gondolero grita a grandes voces: ¡¡¡VOIIIIIIIIIIIII¡¡¡
Se come regulín y caro, pero vamos, tampoco es exagerado. Te gastas mucha más pasta en museos. La catedral de San Marcos me pareció flojita, (a A. le gustó mucho) y mucho mejor el Palacio Ducal, que tiene la sala de reuniones más enorme que he visto. Como un campo de fútbol. Lo más divertido las mazmorras y los váteres, vamos, las tontunas que a todos nos gustan en estas visitas culturales.
Estoy super a favor de Tintoretto después de ver la Academia de San Rocco. Reparten espejos para ver los frescos del techo, pero espejos tamaño cómoda. En el Guggenheim compramos un Calder para el cuarto de Little. A, pero al final lo hemos puesto en el comedor que queda más aparente.
Como ya les anticipé, mi querida esposa se empeñó en colarse en el Vaporetto haciéndome dedicar (ya saben que soy cobarde) más tiempo mirando a ver si venía el revisor que a ver los palacios del Gran Canal. Por cierto, hay una cosa llamada trayecto que te cruza de un lado a otro del canal en góndola, pero de pie, lo que lo convierte en deporte de riesgo. Comparable a subir al Campanile (la torre de la Plaza de san Marcos) a las 12 en punto, ya que como su propio nombre indica tiene cuatro bonitas campanas que durante cinco minutos te hacen acordarte de todos los muertos del campanero.
Usamos una moto taxi para ir la aeropuerto y merece la pena. En fin, que se lo recomendamos. Hay que vivir rodeado de cosas bonitas.
Volviendo a nuestra querida nación de naciones, Little A. ya tiene todos sus dientes y sigue creciendo. Le gustan el café y la cerveza. Se los juro. Además tuvimos comunión, elecciones, viaje a MAD, viaje a SPC. La madre de Little A. afónica y con tos perruna. Y nos hemos convertido en personas que solo hablan de colegios para su niña.
Esperamos ansiosos las aventuras de ese pedazo de pareja en Nueva York: esperemos que tras la incursión de N. en la cultura americana no vuelva con el peinado que trajo el gran ánsar de yorchtaun.
REFLEXIONES DE TODO A 100:Observo con asombro que mi generación es ya objetivo preferencial de los publicistas (véase anuncio de Coca Cola) Y soy muy partidario del anuncio de Richard Clayderman.
Como saben, este verano los Floder vamos a asentarnos un mes en la ría de Muros y siempre hemos sospechado que la casa es demasiado barata. Puede que lo explique el chascarrillo que he oído por ahí:
“Esos dos marineros gallegos llegando a Galicia en medio de un banco de niebla.
- ¡Pepiño, tira o ancla!
- Si patrón.
- ¿Qué atopas?
- ¡Merda!.
- Pues atraca, que estamos en Muros.”
Otro chascarrillo dedicado a los fans del enano malaleche: leí no sé donde que Fernando Alonso tiene la cabeza como un carabinero. Digo.
Hoy hemos estado en la piscina y me he dado cuenta que se me olvida que soy calvo. Sí, no se rían, es como las historias que cuentan de gente que le amputan una pierna y la siguen sintiendo, pues yo igual con el pelo. Y cuando me doy cuenta estoy también como un carabinero.
LAS PINÍCULAS: como bien saben los que me conocen no me gusta encerrarme en un sitio hora y media para que me cuenten una tontuna y mi película favorita de la historia es Operación cabaretera, así que ya se imagina por donde van los tiros. La culpa la deben tener los Estrenos TV de los Domingos en los que el paralítico ganaba la maratón y John Travolta seguía encerrado en su burbuja. Eso o que la mayoría de los flims son una mierda.
A lo que iba. Gracias a la persona subsahariana de debajo de casa de Madrid compramos DVDs y estamos viendo alguna de las cosas modernas esas que ustedes ven. Al tema:
María Antonieta: me gustó mucho. Y debe ser de las pocas que debe molar ver en pantalla grande. Momento impresionante cuando en una de las fiestas suena Ceremony de New Order. La tal Copolla selecciona las canciones de puta madre (acuérdense de Just like honey de Jesús &Mary Chain en Lost in Traslation). Además, para los frikis, me contó Y. que en dos escenas se ven unas All Star y un Ipod. Las Chuck Taylor las vi, pero lo otro no.
The Queen: un gran zurullo. Debería estar prohibido hacer películas sobre gente que vive. Viendo las reuniones de la reina con Blair parece que en cualquier momento va a salir un imitador de Michael Jackson haciendo el moon walking. O un impersonator de Elvis. Una caca, repito.
Borat: es de las películas que más vergüenza he pasado viendo. Pero no por mala sino porque no sé si los personajes con los que sale Borat son de verdad o actores, y me pone nerviosísimo. Escenas memorables: cuando le pregunta a un viejuno por sus amigos del puño de goma; la cena en la que se va el baño y vuelve con la bolsa o cuando se empeña en que uno es un retasado. Muy divertida.
AY MAMÁ DE DÓNDE SON LOS CANTANTES: fuimos ver a Mayte Martín, cantante flamenca, a un concierto en que solo cantaba boleros (observen que he repetido en una misma frase tres palabras con la misma raíz y es que escribir bien es jodido, listillos). Muy bien. Como estábamos en primera fila porque A. pilló las entradas nada más salir, tuve una anécdota curiosa. La tipa miraba mucho al público y al acabar un bolerazo tipo Dos gardenias o Contigo en la distancia me mira y yo en ese momento estaba descojonado de risa. Se me queda mirando, me sonríe y dice “Ya veo que estáis disfrutando”. Nunca sabrá que en ese momento me estaba acordando yo solo de la escena del retrasado de Borat que habíamos visto el día antes.
EL CLUB DEL GOURMET: ya solo tomo Danacol dados mis altos índices de cositas malas.
Tailandés nuevo en Las Palmas, Thai Malacca, discretito. Entrantes y curry ricos pero escasos.
El Kiosco Teneguía en la playa de Tazacorte, viejas sancochadas, camarones y puntillitas.
EL RINCÓN DEL LECTOR: saben que no me guste abrumarles con mis amplias lecturas, pero últimamente he estado dándole a uno de mis temas favoritos, los viajes en el tiempo, y aquí les dejo dos cositas:
Zigzag, de José Carlos Somoza. Como siempre, planteamiento buenísimo, mucho suspense y final tontuno, pero es divertido.
El libro del día del juicio final, de Connie Willis. Se sufre físicamente leyéndolo. Tengan cuidado. Un poco de mal rollo peo intenso.
LA INTENNÉ: busquen el simpar y mítico chiste que cuenta la niña en el programa de Moreno. Pongan niña, chiste y Moreno en Youtube y verán.
TVSTARS: vuelve Pocholo, esta vez 07.
NBA: ustedes saben que siempre fui de los Cavaliers. ¿Verdad, N.?
CANCIONES DEL DÍA: tres cosas de esas que a mí me gustan de estribillos, guitarras y la la lás. “Rosemary” de los Smirks; “Say goodbye my love” de los Stiffs y “Get over you” de los Undertones.
Y otras tres que hoy estoy generoso: “Gabrielle”, de los Nips; “Teacher, teacher” de Rockpile y “There can’t be a place” de los Prisoners.
TOP FAIV: nueva sección para ustedes, que son unos vagos redomados y no quieren oírse la discografía entera de un grupo para saber cuáles son sus canciones buenas, y aquí está el Tito R. para resumírselo. En orden de mejor a menos mejor. Empiezo con dos grupos de rabiosa actualidad y supermodernos. Se admiten sugerencias.
La Habitación roja: 1.Mariajo; 2. Largometraje; 3. Cuando ya no estés conmigo; 4. 23; 5. La vida moderna.
Rolling Stones: 1. I’d much rather be with the boys; 2. Get off of my cloud; 3. Out of time; 4. As tears go by; 5. Ruby Tuesday.Bueno señores, me tengo que ir a echar aftersun y necesito tiempo. Saludos cordiales.
3 comentarios
CURRO -
Mi mas sincera reprobación, en este caso también para R,que nos privó, con malas artes, de repetir, en sesión merienda, las espectaculares y para mi hasta ahora desconocidas torrijas de esa diosa de las artes culinarias que es M.
Doctor N. -
Efectivamente, estuvimos en la gran manzana, cumpliendo asín uno de nuestros más ambiciosos proyectos.
A modo de aperitivo, les adelanto nuestras conclusiones:
- Efectivamente, aquello es muuuuuu grande.
- Lo más bonito: Central Park, el Soho, Brookling Bridge y el propio Brookling, pasear por la 5ª Avenida, y los alrededores del edificio Dakota (donde la villana de Yoko Ono no quiso de vecino a Banderas), y las vistas desde el Empire State,
- Lo más cool: la puerta del CBGB, aunque no queda ya ninguna jeringuilla por allí. Cómo no, me compré mi camiseta de Ramones.
- Lugar para el recuerdo: Washinton Square, con su fuente, su arco y sus músicos callejeros. Buen lugar para descansar los pies oyendo buena música y comiendo un perrito callejero.
- Lo más chocante: los taxistas sijs, con su turbante y barbas; las ejecutivas con chanclas y tacones de vértigo en la mano; los polis-payaso, que se dejaban hacer fotos con los turistas poniéndose la gorra a lo Benny Hill; la basura que se junta por la noche en las aceras (nunca vimos, ni oimos, un camión de la basura, pero a la mañana siguiente todo estaba siempre limpio); y el megastore M&Ms, que parece mentira que puedan dedicarse tres plantas en Times Square a las deliciosas píldoras de chocolate.
- Un deseo cumplido: entrar en la tienda de la NBA y comprobar que si Yao Ming tiene la mano tan grande, Cómo tendrá la espada... La pena es que al final se he olvidó comprarme una camiseta de Morrison. Y sí, R. "casi siempre" ha sido de los Cavs.
- Lo más rico: las hamburguesas y costillas de St. Andrews, un pub escocés para ejecutivos entre la 6ª avenida y Times Square; los perritos calientes "con todo" de Nathan´s, en Coney Islad; y los desayunos con "bagel" en "The red flame", cafetería típica americana de camarera con delantal y mozo chicano con coleta, antítesis del Starbucks, y con un servicio al público que para sí quisiera el mismísimo Corte Inglés.
- Lo más malo: la comida americana, que no existe, sino que simplemente hacen bocadillos en sus múltiples acepciones.
- Lo más freak: el ascensor del Rockefeller Center, con unas luces y voz en off totalmente adiaboladas; la fauna (humana) de Coney Island, que merece apartado especial; y los actores caracterizados de Spiderman que pululaban por Times Square (al final no tuve huevos de hacerme una foto con ellos).
- El amigo americano: contra todo pronóstico, no vimos apenas americanos de 200 kilos, ni a nadie disparando por las esquinas, hablamos todo el rato en español (algunos fingían no entendernos), los polis eran "velasquez", "garcía", "lorenso" o en menor medida "Conelly" o "Panuzzo" (en cualquier caso, hispanos, irlandeses e italianos).
- La amiga americana: en general, estaban muy buenas, algo que no esperaba, lo que sumado a esa "habilidad" mundialmente reconocida les daba un morbo especial. No eran el prototipo rubio, regordete y pecoso, sino que se arreglan bien, tienen cuerpo de hacer deporte y vimos muchas tetas operadas (no en tamaño, sí en colocación). Curioso dato el de las orientales americanas de clase media (no las de China Town), pues parece que la mezcla ha mejorado la especie dando lugar a ejemplares de indiscutible belleza y poderío, que harían plantearse sus gustos al mismísimo Doctor Multimedia.
- Lo más seguro: toda la ciudad es segura, aunque no pasamos al Brox ni a Harlem, que al fin y al cabo es como en Madrid todo lo que queda fuera de la M-30... nada interesante en el extrarradio. Lo más seguro con diferencia era nuestro hotel, Hotel Mela (manzana, en italiano). Moderno y elegante, tenía un ambiente totalmente gangsteril, pues tanto recepcionistas, aparcacoches, camareras, ... parecían de la cosa nostra. Daba la impresión de que de un momento a otro ibamos a ver a Don Corleone tomando un expresso y a los empleados haciendo reverencias a su paso. De verdad, nunca me he sentido más seguro en un hotel.
- Lo más falso: los bolsos y relojes que nos trajimos de China Town.
Como lo prometido es deuda, les comenteré nuestra divertida excursión a la playa. Sí amigos, NY tiene playa a 45 minutos en metro, y nosotros somos los valientes que fueron a remojarse los pinreles. El sitio no tiene desperdicio. Es en Coney Island, al sur de la isla de Brookling, y tiene un ambiente, este sí, "genuinamente americano": gente XXXL, descamisados, gente con escayola ¿?, retrasados mentales, pandilleros, borrachos, deshauciados sociales, rednecks, horteras simplemente, ... Era como la fauna de la película "Monster", pero hecha realidad. Lo que se dice "white trash".
Allí fue donde presenciamos el motivo por el que muchos jóvenes se deben unir a las pandillas: cuatro adolescentes chicanos perfectamente ataviados con toda la parafernalia "gangsta" haciendo eses por la orilla de la playa entre gritos y risotadas mientras conducían a lo loco un Quad de la mismísima NYPD!! Parecía francamente divertido, todo hay que decirlo, y de la pasma ni rastro. Pero Coney Island tiene cosas realmente imprescindibles: los perritos de Nathan´s. Mundialmente aclamados como los mejores perritos del mundo, lo cual certifico. En mi vida he comido nada igual de bueno, aunque eso sí, tuve que expulsarlo de mi ser a la hora y media pues amenazaba con provocar serios trastornos si le daba "asilo" un minuto más. Me acordé del blog master y del Doctor Multimedia, y de la buena cuenta que hubieran dado de semejante manjar.
La playa en buenísima, fina arena y kilómetros de costa, y cuenta con un parque de atracciones con mucho encanto debido a su antigüedad y diseño. Eso sí, es solo para verlo, porque quien se suba a "eso" debe tenerlos bien puestos. Ah, pueden ver esto en la web de Nathan´s, www.nathansfamous.com
Otros momentos memorables fueron cuando mi esposa bloqueó su metrocard (como el bonobús) al no saber abrir el torno del metro a pesar de pasar su existencia en un Madrid, con lo que su "turno en el torno" pasó. Sus juramentos al taquillero afroamericano, que le decía que no podía abrirnos y que debía esperar 20 minutos para volver a utilizar la tarjeta se oían desde el trade center. Aquella conversación concluyó con un "no way, no way" que fue contestado por mi compañerita con un sobrio "me-cago-en-tu-puta-madre" con perfecta dicción castellana y vena del cuello hinchada.
Gran momento cómico (teníamos Broadway a un paso) fue también el que vivimos en una conocida tienda de calzado deportivo. Al entrar nos llamó la atención una señora de pequeña estatura, sobrepasada ya la edad de jubilación, cabellos blancos y ataviada con unas alpargatas tacón de cuña acompañada del que parecía ser su esposo (estilo Quique Camoiras). Pasados unos minutos vemos a la sra. dirigirse a una empleada afroamericana agitando un ticket en la mano, mientras oímos a voz en grito y con acento albaceteño: "¿¿¿¿donde están las playerassss???!!!!!". La dependienta, como no, lo flipaba, y la sra. que sigue" ¡¡¡las playerassss...!!! ¡¡¡las playeraaaaassss...!!! ¡¡¡las que acabo de comprar...!!! mientras su marido espeta: "será gilipuertas la negra..., será gilipuertas...". La "negra" alucinaba en colores, hasta que le hizo comprender a la albaceteña que por ser negra no era una ladrona, y que la entrañable "spanish granmma" llevaba las "playeras" (unas nike sofisticadísimas) colgadas del antebrazo en una bolsa y ni se había enterado. Así quedo resuelto el incidente, ante la espupefacción generalizada y nuestro bochorno por sabernos compatriotas de la particular pareja cómica. "¡¡pues buenos somos en españa!!", decían todavía...
Finalmente, y para tener un buen recuerdo del viaje, ya veía a Paloma en Guantámnamo cuando el registro y pase por el arco de seguridad para el vuelo de regreso. Resulta que a pesar de despojarse convenientemente de los objetos habituales, al pasar por el arco pitaba una y otra vez. Había que ver al agente de inmigración (afroamericano, más afro que americano, de 1,90 fornido y cara de dolor de muelas) gritado a Paloma "your pockets, NOW!!", Paloma que no se entera y el otro cabreado "NOW, NOW, back of the line!!!, back of the line!!!. Y Paloma asustada: "¡¡si no tengo ná, no sé lo que quieres...!!" , y el moreno agente, sacando el guante de látex y la vaselina...
En fin, que nos gustó mucho y que se vayan todos a "niuyol" a comprarse unas "playeras" chulas.
TV Shits:
-Factor X, con un Miqui Puig redivivo, no se sabe muy bien para qué. La colección de tarados es ingente, destacando unos hermanos gemelos canarios cantarines y muy gayers, un cuarteto vocal gitano recién salido del penal del Puerto de Santa María, y una retrasada que canta una canción sobre el cinturón de seguridad y que pueden ver en youtube.
-Supervivientes: al final parece que no vamos a tener la suerte de ver a la guapita de Rebeca Loos masturbar un cerdo, como hizo en otro reality de U.K. (The farm). En la isla no hay marranos propiamente dichos, pero nos daría igual que practicara con Nilo Manrique, o Carlo. Con Valerio lo tendría más chungo, por razones evidentes, y porque ya lo han largao. ¡¡Anímate, Rebeca!!
- Héroes: superadictiva, mejor que Prison Break y más entretenida que House
la mamma -